Las 5 Enfermedades Bucodentales más comunes en Perros Pequeños

Las 5 Enfermedades Bucodentales más comunes en Perros Pequeños

Si algo tienen en común los perros pequeños, medianos y grandes, es su tendencia a sufrir enfermedades bucodentales. De hecho, las más prestigiosas universidades veterinarias coinciden en que más del 80% de todos los perros mayores de 3 años, padece algún tipo de patología periodontal. Sin embargo, esta tendencia no es igual para todas las razas del mundo canino. Algunas razas tienen una probabilidad mucho más alta de padecer alguna de estas 5 enfermedades bucodentales. Lamentablemente nuestros queridos perros pequeños se encuentran en el tope de la lista.

Así es. Los perros pequeños tienen mucha más probabilidad de sufrir enfermedades bucodentales, que sus pares medianos o grandes. ¿Por qué? Para entenderlo es necesario conocer un poco más acerca de la boca de nuestros fieles amigos.

La boca de los perros

Aunque existen enormes diferencias en la anatomía de la boca de las diferentes razas de perros (evidentemente no son iguales el cráneo y la boca de un Pug que los de un Terrier), todos los perros, independientemente de su tamaño o su raza, comparten una característica. Todos tienen la misma cantidad de dientes y una distribución similar de los mismos.

Anatomía craneal de Pug y de Terrier
Imagen de Pequedogs.com

Este solo dato explica ya de una manera evidente, por qué los perros pequeños tienen tantos problemas en su boca. Pues por más pequeños que sean sus dientes, sencillamente son demasiados para el tamaño de sus bocas. Esto genera además diferentes tipos de mordidas, algunas de las cuales favorecen la acumulación de bacterias y la aparición de enfermedades.

Los dientes de los perros

Al igual que ocurre en los humanos, los perros nacen sin dientes y desarrollan dientes de leche antes de la aparición de la dentadura definitiva.

Dentición Decidua o dientes de leche

En total, los cachorros tendrán 28 dientes, de los cuales 14 se ubican en el maxilar superior y 14 en el maxilar inferior o mandíbula. Por supuesto no serán todos iguales, no cumplirán la misma función y no aparecerán ni caerán al mismo tiempo.

A los 15 días de vida de los cachorros, comenzarán a aparecer los colmillos llamados Caninos. Serán 4 y primero aparecerán los 2 superiores. Unos días más tarde lo harán los 2 Caninos inferiores.
Inmediatamente después harán su aparición los dientes frontales, llamados Incisivos. En total serán 12 y primero saldrán los 6 superiores, desde los Caninos hacia el centro y luego los 6 inferiores, en el mismo orden.
Finalmente crecerán los premolares y entre el primer y el segundo mes de vida, alcanzarán su configuración completa.

cachorro bostezando sin dientes


Entre el tercer y cuarto mes de vida, comenzarán a desarrollarse los dientes definitivos. A medida que estos crezcan, empujarán a los dientes de leche, haciéndolos desprenderse. Este proceso ocurre en forma paulatina y durante un tiempo los cachorros tendrán dientes de leche y definitivos en forma simultánea.
Entre los 7 meses y el año, el perro debería tener ya conformada su dentadura definitiva.

En algunos casos excepcionales, especialmente en perros muy pequeños, puede ocurrir que algunos dientes de leche no caigan antes de la aparición completa de los dientes definitivos. En ese caso será necesaria la remoción de aquellas piezas provisorias, por parte de un veterinario. De no hacerlo, la mordida que de por sí ya es complicada en perros pequeños, podría deformarse, dificultar la alimentación y aumentar el riesgo de sufrir enfermedades bucales.

Dentición Definitiva

Los perros adultos tienen un total de 42 dientes, de los cuales 20 se localizan en su maxilar superior y 22 lo hacen en su maxilar inferior. Salvo malformaciones o accidentes, los 42 dientes estarán distribuidos de la siguiente forma:

INCISIVOS: Son 12 (6 en el maxilar superior y 6 en la mandíbula inferior). Se localizan en el frente de la boca y su función es la de cortar y desgarrar los alimentos.
CANINOS O COLMILLOS: Son 4 (2 en la parte superior y 2 en la inferior). Se localizan a los lados de los incisivos y son los dientes más largos. Su función es la de atrapar y punzar el alimento, a la vez de desgarrarlo.
PREMOLARES: Son 16 (8 en el maxilar superior y 8 en la mandíbula inferior). Cumplen la función de cortar y rasgar la carne.
MOLARES: Son 10 (4 en la parte superior y 6 en la inferior) Estos son los dientes más potentes del perro y cumplen la función de moler y aplastar las partes más duras de los alimentos.

Esquema de los dientes del perro
Imagen de Pequedogs.com

Dientes Carnasiales o “muelas carniceras”

Varios animales carnívoros, como osos, leones, tigres, hienas, leopardos, lobos y también perros, tienen estos “dientes especiales” que se distinguen por ser mucho más grandes y tener una característica forma de sierra. En los perros, los Carnasiales son 4. Los 2 primeros molares del maxilar inferior y los cuartos premolares del maxilar superior. Su función es la de permitirle al perro desgarrar la carne y romper huesos.
Estas piezas dentales son tan importantes que cada una tiene 3 raíces, más largas y más fuertes que las dos raíces del resto de las piezas dentales.

Aunque es difícil imaginar que un perro pequeño pudiera necesitar usar estas muelas carniceras, lo cierto es que inclusive los perros miniatura o toy, las tienen.
Cuando alguna de estas muelas especiales se infecta (fundamentalmente alguna de las superiores), ya sea por acumulación de bacterias o por alguna fractura accidental, se suele formar un absceso que al evolucionar podría derivar en una fístula con orificio de salida muy cerca del ojo, afectando seriamente la salud del perro.

Bichón maltés con fístula por muela carnicera

Tipos de mordida en perros

El tipo de mordida es otro de los factores que tiene influencia directa en la salud bucal de los perros.
Si bien existe una amplia variedad de tipos de mordida, de acuerdo a la anatomía de los maxilares y la posición de los dientes, los 4 tipos de mordida más frecuente son:

Esquema de tipos de mordidas de perros

Mordida en Tijera: De estas 4, la mordida en tijera es la más habitual y la que se considera ideal en los perros, ya que la forma en que encajan los dientes superiores con los inferiores permite el arrastre natural de los restos de alimentos y reduce la posibilidad de acumulación de sarro.

En Pinza: En este tipo de mordida, los dientes superiores tienden a chocar con los inferiores, lo que produce un desgaste prematuro de los dientes incisivos por frotamiento excesivo.

Prognática: Esta mordida se produce cuando los dientes inferiores están más adelante y cierran sobre los dientes superiores y es características de algunos perros braquicéfalos (cara y hocico chatos). Este tipo de mordida suele estar acompañada de desalineación de las piezas dentarias, produciéndose dificultades en la masticación. Estos perros generalmente presentan además problemas respiratorios y dificultades para regular su temperatura corporal.

Mordida Enognática: Es el caso inverso de la mordida anterior. En este caso los dientes superiores están excesivamente por delante de los dientes inferiores. En estos casos, la mordida será defectuosa y no habrá arrastre de los restos de alimento, favoreciéndose la acumulación del sarro.

Las 5 patologías más comunes

Ahora que ya conocemos un poco más sobre la boca de nuestros perritos, nos damos cuenta de que la configuración de sus piezas dentales, en un espacio tan reducido, hace que se formen muchos intersticios o “escondites perfectos” para la acumulación de sarro y la aparición de placa bacteriana. Mientras más pequeña la raza, mayor será la incidencia de enfermedades periodontales. Más allá de la predisposición genética de los perros pequeños, la alimentación y la falta de higiene son factores determinantes para la aparición de algunas o varias de las enfermedades bucodentales que se detallan a continuación:

Sarro

El Sarro es la acumulación de restos de comida, saliva y bacterias que se calcifican para formar lo que se conoce como “piedra” o placa bacteriana. Esta placa bacteriana es la principal responsable de la derivación en la gran mayoría de las enfermedades bucodentales en los perros pequeños y es considerado como la primera etapa de una enfermedad periodontal. Las primeras señales son las manchas amarillentas que se forman cerca de la base de los dientes y que habitualmente están acompañadas de mal aliento.  

Dientes de perro con sarro

En su avance, producirán inflamaciones de las encías, pérdida de piezas dentales y en los casos más graves, podría permitir la entrada de bacterias al torrente sanguíneo, llevando la infección a otros órganos del perro.

Gingivitis

La gingivitis o lo que es lo mismo, la inflamación de las encías, es la segunda etapa en la enfermedad periodontal de los perros. Se produce al no eliminar la placa bacteriana y es la respuesta inflamatoria con la que las encías tratan de combatir el comienzo de la infección. Se caracteriza por un evidente enrojecimiento de la encía y habitualmente va acompañado de dolor (lo cual produce cambios en el comportamiento de nuestra mascota), dificultades al masticar y puede presentarse sangrado durante la masticación. También se termina produciendo un surco que separa la encía del diente. Una vez que dicho surco alcanza los 4 mm, se produce el paso a la etapa siguiente de la enfermedad.

Periodontitis

Esta es la tercera y la más grave de las etapas de la enfermedad periodontal.  En esta etapa la inflamación ya no solo afecta a las encías o tejidos blandos, sino que también afecta los tejidos duros que sostienen los dientes. El perro tendrá dolor severo al masticar y por consiguiente pérdida del apetito. Aumento del mal aliento, exceso de salivación y eventualmente la aparición de abscesos. Los casos más severos terminan en la pérdida de piezas dentales y complicaciones de otros órganos por la expansión de la infección a través de la sangre.

Esquema de fases de la enfermedad periodontal

Las tres etapas de la periodontitis se combaten con una adecuada y frecuente higiene bucal, evitando la acumulación del sarro y la aparición de la placa bacteriana. Cuando ya se ha formado, deberá intervenir un veterinario para realizar una limpieza dental y eliminar todos los focos de infección bacteriana. Este procedimiento podrá realizarse con el perro despierto (cuando son casos leves) o con el perro bajo sedación, en los casos más severos.

Estomatitis

La estomatitis es una inflamación general de la boca del perro, la cual puede afectar sus dientes, encías y lengua. Las causas pueden ser de origen bacteriano (higiene deficiente) o de origen viral. Sus síntomas son similares a los de la periodontitis, incluyendo dolor, dificultades para comer, exceso de salivación y mal aliento. Una de las diferencias fundamentales respecto a la periodontitis, es la aparición de úlceras o perforaciones dentro de la cavidad oral de nuestros pequeños compañeros. Será fundamental que el veterinario determine la causa de esta inflamación para poder indicar el tratamiento apropiado.

Halitosis

Aunque la Halitosis o mal aliento no es una enfermedad en sí misma, es una clara y temprana señal de alerta de que algo va mal con la boca de nuestros perritos. Es bastante improbable que exista mal aliento en una boca sana y, por oposición, es altamente probable que exista alguna enfermedad cuando hay mal aliento.
Si percibes que tu mascota sufre halitosis, será el momento de consultar un veterinario para determinar las razones y evitar así males mayores.

¿Cuáles son las razas de perros pequeños más propensas a las enfermedades bucodentales?

Como ya hemos indicado, los perros pequeños son los más propensos a sufrir estas enfermedades bucodentales y, dentro de la categoría de perros pequeños, hay 5 razas que estas enfermedades se manifiestan con mayor frecuencia.

Pug o Carlino

El Pug o Carlino Como todos los perros braquicéfalos, es decir aquellos que tienen cabeza achatada y hocico corto, tiene una importante tendencia a tener los dientes bastante torcidos. Además es frecuente en los Pug la presencia de Prognatismo (es decir que el maxilar inferior sobresale y muerde por encima de los dientes superiores). Esta combinación hace que las bacterias encuentren el ámbito perfecto para asentarse y acumularse.

Pug muestra los dientes. Enfermedades bucodentales en perros pequeños

Dachshunds, Teckel o Salchicha

Teckel con la boca abierta. Enfermedades bucodentales en perros pequeños

La particular anatomía del simpático perro salchicha y su alargado y estrecho hocico, son determinantes para una mayor probabilidad de sufrir enfermedades periodontales. Aún con el cepillado diario, se hace difícil a veces alcanzar los restos acumulados entre sus últimos molares y es allí donde precisamente se acumulará mayor cantidad de sarro. Habrá que prestar especial atención a la higiene bucal y a las enfermedades bucodentales de los perros de esta raza.

Shih Tzu

El Shih Tzu es también un perro braquicéfalo y, al igual que el Pug, tiene su cara y hocico achatados y por lo tanto una mayor propensión a la formación de placa bacteriana. Adicionalmente esta raza se caracteriza por la aparición más tardía de sus dientes y en algunos casos ocurre que piezas dentales quedan a medio camino o simplemente no aparecen, lo cual puede generar quistes y otros problemas.

Shih Tzu muestra los dientes inferiores. Enfermedades bucodentales en perros pequeños

Chihuahua o Chihuahueño

Enfermedades bucodentales en perros pequeños, Chihuahua

Los Chihuahua, especialmente aquellos que pertenecen a la variedad miniatura, tienen la boca tan pequeña que sus dientes deben buscar espacios no convencionales para poder crecer. Se generan así espacios más que perfectos para la formación y acumulación de sarro. Nunca habrá que descuidar la boca de un Chihuahua ya que de hacerlo seguramente se le condenará a sufrir de problemas dentales.

Yorkshire Terrier

En el caso de los adorables Yorkies, es muy frecuente que además de los problemas originados por el pequeño tamaño de su boca, algunos dientes de leche coexistan con los dientes definitivos. Cuando esto ocurre, la superposición de dientes produce espacios adicionales en los que se acumularán restos de alimento y por consiguiente placa bacteriana. En esta raza hay que prestar atención si no se produce la caída de todos los dientes de leche y buscar ayuda veterinaria para remover las piezas sobrantes.

Yorkshire terrier muestra sus dientes. Enfermedades bucodentales en perros pequeños

Cuidado y Prevención

Definitivamente la prevención no solo es la mejor forma de evitar las enfermedades bucodentales de los perros, sino también es una manera de prolongarles la vida y evitarles mucho sufrimiento. Para ello el secreto es la alimentación adecuada y la correcta y frecuente higiene dental. El pienso o comida seca produce mucha menos acumulación de sarro que la comida húmeda.

Es cierto que es difícil hacer que un perro adulto disfrute del cepillado diario de sus dientes y que la tarea puede ser bastante tediosa y complicada. También es cierto que será mucho más sencillo incorporar el hábito, si se comienza a hacerlo desde que el perro es cachorro y si se mantiene en forma estricta la frecuencia y profundidad del cepillado.


Al principio se deberá comenzar muy suavemente a pasarles un cepillo muy suave y sin hacer presión, simplemente para que el cachorro vaya acostumbrándose a la presencia de los elementos de higiene. Se deberán usar cepillos específicos para perros cachorros y pastas dentales de uso veterinario. Las pastas de dientes utilizadas por los humanos contienen flúor y otras sustancias que son tóxicas para los perros.

Existe gran variedad de productos en el mercado, especialmente diseñados para esta tarea, como pastas dentales caninas con sabores irresistibles para los perros. De este modo, lo que comenzará como un juego o una forma de obtener un premio, se convertirá con el tiempo en un hábito regular del perro.

También es recomendable utilizar golosinas o galletas de entrenamiento para premiar a nuestra mascota después de cada cepillado dental. Así estará esperando con ansias la sesión de mañana. Existen además en el mercado juguetes y huesos especialmente diseñados para favorecer el arrastre de los restos de comida y disminuir la formación de sarro.

En definitiva se trata de minimizar todo lo posible la aparición de enfermedades bucodentales riesgosas y molestas y darles la mejor calidad de vida posible a nuestros fieles amigos de 4 patas.

Comparte esta entrada
Subscribir
Notificación
guest
Este campo es obligatorio
Este campo es obligatorio. La dirección de correo no será publicada
Protección de Privacidad
0 Comentarios
Comentarios en lñinea
Ver todos los Comentarios